Los empastes de resina compuesta se usan para restaurar partes de un diente que han sido dañadas (principalmente por caries dental) a la forma y función apropiadas. Los rellenos compuestos son bastante resistentes al desgaste cuando se usan de forma adecuada. Las resinas se han estado utilizando en empastes dentales durante muchos años y ha tenido excelentes resultados.

Dependiendo de la ubicación de la caries y el tamaño y la colocación de los empastes existentes, un relleno puede colocarse en una, dos, tres o más superficies del diente. Cada vez que la caries se interpone entre sus dientes, se requiere al menos un relleno de dos superficies para restaurar el diente. En el caso de un diente que tenga una gran cantidad de estructura dental faltante, se requerirá un tratamiento más extenso (como una corona) para evitar futuros daños en el diente.

 

Los empastes de resina compuesta se pueden usar para reparar dientes en todas las áreas de la boca cuando la estructura dental original soporta la restauración. En los casos en que la estructura dental sea inadecuada, será necesario una restauración más extensa.

El uso de estos materiales permite una reparación mucho más conservadora (la eliminación de menos dientes) de los dientes que requieren restauración, proporcionando un mejor pronóstico de tratamiento a largo plazo.

Después de quitar todas las áreas dañadas del diente, el diente se trata con una solución ácida durante aproximadamente quince segundos para endurecer microscópicamente el diente. Después de enjuagar esta solución con agua, el diente se seca suavemente del exceso de agua y se coloca un agente adhesivo sobre el diente. Se usa una luz muy brillante para endurecer el agente adhesivo, creando el sello entre el diente y el relleno. El material de relleno ahora puede colocarse sobre el diente y endurecerse con la luz halógena. Después de colocar el relleno, verificamos que encaje correctamente en tu mordida y ¡todo listo!

Aunque generalmente hay pocas complicaciones que puedan surgir de la colocación, las más comunes incluyen la necesidad de un ajuste de la mordida y la sensibilidad temporal al frío. En raras ocasiones, la colocación de la prótesis (generalmente, pero no siempre, asociada a cavidades profundas o dientes que tienen rellenos previamente colocados y retirados) puede causar lo que se llama pulpitis, que es una inflamación del tejido de la pulpa (vasos sanguíneos y nervios) dentro del diente.

 

Las opciones de tratamiento alternativas para los empastes de resina compuesta incluyen no tratar el diente, retrasar el tratamiento, una corona, una incrustación, una restauración de amalgama o extraer el diente. Los efectos adversos de la falta de tratamiento y la postergación del tratamiento incluyen dolor, infección e incremento del tamaño de la caries, lo que resulta en la necesidad de implementar un plan de tratamiento más extenso, pérdida ósea y / o pérdida de dientes.

El uso de resinas compuestas tiene la ventaja de unirse a la estructura del diente. Por el contrario, la extracción del diente puede provocar muchas complicaciones potenciales, incluida la pérdida ósea, el desplazamiento de los dientes en las mandíbulas superior e inferior, pérdida de la capacidad de masticación, pérdida de soporte de los músculos faciales y estructuras (que conducen a una apariencia facial «hundida»), y dificultad para hablar.

Si necesitas información de tu tratamiento ponte en contacto con nosotros y pide cita, estaremos encantados de atenderte en nuestra Clínica Dental en Moriles (Córdoba).